Música. Habitos para escuchar...

Durante muchos años mi forma de escuchar un disco nuevo era ir comprarlo, desempacarlo y colocarlo en el reproductor de discos compactos, conectado a un equipo de sonido HI-FI dotado de unas bocinas grandes con sus respectivos bajos, medios y agudos.

Revisar el booklet, ver si traia las letras, revisar las fotos, la ficha técnica del disco...

Siempre la primera escuchada de un disco nuevo era a volumen medio, ubicado justo en medio de las bocinas como debe ser, con un vaso de agua grande con harto hielo y cigarros, una cajetilla nueva para asegurarme que no faltaran mientras escuchaba.

Al principio, cuando tuve con que comprar un disco prefería escucharlo por primera vez solo... también después de algún ensayo del grupo íbamos por los reglamentarios 2 cartones de XX Lager de entonces y a la ley a comprar algún disco para escucharlo al son de las primeras cervezas de la noche.

Escuchar un disco por primera vez es una experiencia irrepetible -obviamente- y después al volverlo escuchar siempre tengo presente el momento de la primera escucha, si era de día o de noche, a que olia el ambiente, la ropa que llevaba puesta, si llovía, si hacia frió o calor, si estaba solo o con amigos, si esperaba a alguien, si sabían bien los cigarros... escuchar un disco por primera vez es de las mejores experiencias de esta vida.

Todo es un ciclo... este post esta íntimamente relacionado con uno de los primeros post que escribir en este blog allá por el 2006.

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